sábado, 18 de diciembre de 2010

Violencia y No-violencia activa

La existencia humana está abierta al mundo y opera en él intencionalmente. Ella puede nihilizar al mundo (y, por tanto al cuerpo, a la naturaleza y/o a la sociedad) o humanizarlo. Es desde esta libertad, desde donde el ser humano elige aceptar o negar las condiciones sociales en que nace, se desarrolla y muere.

Todas las formas de violencia se manifiestan como la negación de la intencionalidad de otro ser humano (y por cierto, de su libertad), como acción de sumergir al ser humano, o a los conjuntos humanos, en el mundo de la naturaleza. Es esta objetivación lo que permite privar a otros de su derecho a la libertad, a la felicidad y, por último, a la vida. Es también esta libertad la que permite a una minoría apropiarse del todo social en violenta concentración de riqueza y recursos.

Así se ha organizado un sistema socioeconómico, de relaciones interpersonales y pautas existenciales cuyo signo particular es la violencia, a la que consideramos normal la mayor parte del tiempo, aunque el dolor y el sufrimiento, personal y social, delatan la necesidad de transformar dicho sistema.

La no-violencia aparece ya en edades muy tempranas en casi todas las culturas y religiones en sus momentos más humanistas, con diferentes expresiones de la Regla de Oro, hasta concretarse en el Principio de Acción Válida " Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas " (6).

Emergente de tales experiencias se desarrolla entonces la no-violencia como metodología de acción. La denuncia, la desobediencia, el vacío, la huelga, la protesta, la movilización callejera, el boicot personal y social, y fundamentalmente las acciones coordinadas y simultáneas en distintos puntos son las principales herramientas de la no-violencia actual.

Desde los movimientos antiesclavistas y de descolonización, hasta los movimientos por los derechos civiles de las minorías raciales, los trabajadores y las mujeres, pasando por la oposición a regímenes totalitarios y al armamentismo, sobre todo nuclear, la no-violencia activa se presenta como la única metodología de acción que es coherente con sus objetivos. El Nuevo Humanismo la aplica ya desde su inicio no a un conflicto en particular sino a la creación de un sistema global, un cambio de signo integral para el mundo en que vivimos.
Hasta tanto el ser humano no realice plenamente una sociedad humana, es decir, una sociedad en la que el poder esté en el todo social y no en una parte de él (sometiendo y objetivando al conjunto), la violencia será el signo bajo el cual se realice toda actividad social. Por ello, al hablar de violencia hay que mencionar al mundo instituido, y si a ese mundo se opone una lucha no-violenta, debe destacarse en primer lugar que una actitud no-violenta es tal porque no tolera la violencia. De manera que no es el caso de justificar un determinado tipo de lucha sino de definir las condiciones de violencia que impone ese sistema inhumano.

Para finalizar podemos citar las primeras palabras del "Documento Humanista":

" Los humanistas son mujeres y hombres de este siglo, de ésta época. Reconocen los antecedentes del humanismo histórico y se inspiran en los aportes de las distintas culturas, no solamente de aquellas que en este momento ocupan un lugar central. Son, además, hombres y mujeres que dejan atrás este siglo y este milenio, y se proyectan a un nuevo mundo.

Los humanistas sienten que su historia es muy larga y que su futuro es aún más extendido. Piensan en el porvenir, luchando por superar la crisis general del presente. Son optimistas, creen en la libertad y en el progreso social.

Los humanistas son internacionalistas, aspiran a una nación humana universal. Comprenden globalmente al mundo en que viven y actúan en su medio inmediato. No desean un mundo uniforme sino múltiple: múltiple en las etnias, lenguas y costumbres; múltiple en las localidades, las regiones y las autonomías; múltiple en las ideas y las aspiraciones; múltiple en las creencias, el ateísmo y la religiosidad; múltiple en el trabajo; múltiple en la creatividad.

Los humanistas no quieren amos; no quieren dirigentes ni jefes, ni se sienten representantes ni jefes de nadie. Los humanistas no quieren un Estado centralizado, ni un Paraestado que lo reemplace. Los humanistas no quieren ejércitos policíacos, ni bandas armadas que los sustituyan.

Pero entre las aspiraciones humanistas y las realidades del mundo de hoy, se ha levantado un muro.

Ha llegado pues, el momento de derribarlo.

Para ello es necesaria la unión de todos los humanistas del mundo."

Materiales Oficiales

• Documento Humanista, Silo , 1992.

• Manual de formación personal para miembros del Movimiento Humanista . Centro de Estudios Parque Punta de Vacas, 2009.

• Obras Completas, Vol. I y II, Silo, Plaza y Valdés, 2002.

• Desarme y Reconciliación, para un mundo sin guerras, Rafael de la Rubia.

• Autoliberación , Luis A. Ammann . (Ed. 1980, actualizado en 2004.)

(6) Silo. Humanizar la Tierra , Obras Completas, Vol. I, Plaza y Valdés, 2002.

No hay comentarios:

Publicar un comentario